Carolina Marín se dio un baño de cariño en el Ayuntamiento de
Huelva, donde se congregaron cientos de onubenses para aclamarla y trasladarle su apoyo en los difíciles momentos que atraviesa tras sufrir en los Juegos Olímpicos de París 2024 su tercera lesión grave de rodilla.
Los asistentes no pararon de aclamar y vitorear a su campeona, a la que animaron tocando las palmas por
Huelva y coreando "campeona, campeona, oe, oe, oe". Además la deportista onubense fue agasajada con un ramo de flores y se emocionó con un fandango con una letra dedicada a ella y unas sevillanas.
Marín aún digiere la grave lesión que la dejó sin la final olímpica, pero precisamente ese infortunio ha sido el detonante para que quienes aprecian su valía humana y deportiva le demuestren con ganas redobladas toda la admiración y el orgullo que genera dentro y fuera del tapiz.
Carolina llegó en muletas, acompañada por su madre, luciendo sonrisa, y se marchó con una versión aún más amplia de su expresión más característica.
La alcaldesa agradecía a Carolina su talento y entrega y el hecho de ser la mejor embajadora de
Huelva en el mundo. Le aseguró que se luchará por conseguir que la sede del Campeonato de Europa de 2026 sea la capital onubense y le entregó un ramo de flores en nombre de todos sus paisanos.
Desde el balcón, Carolina Marín pronunció un emotivo discurso en el que recordó cómo aquella niña que con 8 años se inició en el bádminton dejó en 2007 su casa en la avenida Santa Marta, a su familia y su ciudad para aprovechar la "oportunidad de entrenar con los mejores de España" en Madrid, donde comenzó a construir su "historia".
"He conseguido cumplir prácticamente todos mis sueños", dijo Carolina, que agregó que lo que no sabía entonces es que "un trocito de esta ciudad y de todos" sus paisanos le acompañan "en todo el mundo". "En China, Indonesia o India estabais conmigo y también en París", dijo.
Afirmó la deportista onubense: "Si soy lo que soy es gracias a todo el cariño que he recibido de vosotros desde hace unos meses y ha sido aún más especial cuando venía desde aquí, porque nadie te quiere como tu gente. Ojalá os pueda devolver un poquito de lo que me dais".
La campeona olímpica en Río 2016 y triple campeona mundial aseguró: "Quiero cuidarme y recuperarme bien y rodearme de los míos y ojalá ese proceso me lleve a colgar la raqueta en una pista y sea en el Palacio de Deportes de
Huelva". Agregó que "para eso queda mucho, pero sería un sueño poder hacerlo a vuestro lado".
Preguntada por su proceso de recuperación, explicó que está siguiendo los tiempos previstos. Han pasado seis semanas desde la lesión y el lunes que vuelve a Madrid comenzará a apoyar la pierna, que reconoció que "ha perdido mucha musculatura".
Acerca de cómo está viviendo el hecho de recibir tantas muestras de cariño procedentes de tanta gente, Marín expresó que para ella está siendo "abrumador" y que, aunque ha pasado mes y medio desde que sufrió la lesión, aún sigue "leyendo mensajes en las redes sociales" porque quiere "devolver un poco del tiempo y cariño que la gente" le "ha querido dedicar".
Capítulo especial tiene para ella la gente de su tierra. "Aquí en
Huelva la gente es increíble", afirmó, y valoró el papel de sus más allegados. "El cariño de mi familia me ha empujado", relató en unos días "muy duros". "Era un momento muy crítico en mi carrera deportiva y como persona y me han sacado muchas sonrisas", destacó.
En esta línea admitió que ha palpado que sus seguidores le han dado un respaldo incluso mayor que si hubiera sido campeona olímpica. "Lo he pensado mucho y creo que si hubiera ganado esa medalla de oro se hubiera dado por hecho, porque yo misma iba con esa idea, pero no se le hubiera dado el valor suficiente de lo que hay detrás", manifestó.
Al respecto, indicó que "lamentablemente" por lo sucedido "muy sorprendente" ha visto que se ha valorado "el camino de superar todos los obstáculos que la vida" le "ha puesto por delante", porque ha vuelto a su "mejor nivel" y estaba "a 10 puntos de una final olímpica".
Se mostró prudente a la hora de cumplir el sueño de estar en el Campeonato de Europa de 2026 y apostó por la prudencia. "El Ayuntamiento apoya que se pueda hacer y para mí es una ilusión muy grande, pero no no me quiero presionar para nada". Es por eso que expuso que quiere tomarse "el tiempo que mi cuerpo y mi corazón necesite".