Un "techo de cristal impide avanzar" a las mujeres en el ámbito deportivo. Así lo explicaron este viernes la concejala de Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Huelva, María de la O Rubio, la doctora de la Universidad de Huelva (UHU), Estefanía Castillo Viera, y la ex portera de fútbol femenino, Sara Serrat, quienes también hicieron hincapié en la importancia de formar en perspectiva de género para aumentar el nivel de concienciación de la sociedad. Todo ello lo expresaron en el marco del curso de verano Deportes, Valores y Género en la sede onubense de Santa María de la Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). 
 
Al respecto, la concejala de Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Huelva dijo que "la barrera más grande" que ha encontrado durante su vida profesional deportiva ha sido "el ser mujer", mientras que la doctora la UHU señaló que "es fundamental la formación en perspectiva de género, pues solo así podemos conseguir integrarla en cada uno de nosotros" y aseveró que "debe ser incluida en la docencia y en la gestión a nivel institucional", ya que en España "existe un gran sistema legislativo que apoya esta perspectiva de género por nos falta mucho a nivel de conciencia". 
 
Sara Serrat, durante su intervención, recordó que "no hay mujeres en altos cargos deportivos" a pesar de "la alta cualificación de muchísimas de ellas". La ponente explicó que "existe un techo de cristal que no nos permite avanzar", además de que "las mismas mujeres nos ponemos zancadillas cuando preferimos en staff técnico a hombres". A su vez, recalcó la "amplia mayoría" de mujeres cualificadas en el ámbito deportivo que no llegan incluso a ser entrenadoras por la preferencia de las directivas a apostar por ex futbolistas masculinos que "creen saberlo todo pero no son capaces de transmitir sus conocimientos a sus jugadores". 
 
A esto que apuntó Serrat se ha sumado la doctora de la UHU, quien indicó que "esto se explica con el Efecto Matilda, donde los logros de una mujer no tienen tanto peso en contra de la credibilidad de los de un hombre". Por último, subrayó que "las mujeres llegamos más tarde a nuestros puestos, pero con mayor formación que el resto". 
 
Posteriormente, la mesa redonda se centró en los prejuicios existentes entre la elección de deportes por parte de los jóvenes. Rubio, en base a su experiencia como concejala, expuso que "en una encuesta que hicimos a niños, decían que la gimnasia rítmica era para niñas y las chicas decían que el fútbol era para los niños". 
 
Por su parte, Castillo señaló que los estereotipos son los lastres "más grandes" del siglo, y ellos han fomentado que por ejemplo haya carreras "preconcebidas" para chicos o chicas, como el caso del grado de ciencias del deporte donde las chicas graduadas no superan el 20 o 25%. A esto sumó su versión la edil onubense, que destacó que en el grado de fisioterapia que estudió "éramos poquísimas" y la función de las mujeres en este ámbito estaba orientada a la fisioterapia infantil o estética, mientras que la de los hombres estaba concentrada en el ámbito deportivo. 
 
Como solución a esta situación, la profesora de la UHU indicó tres pautas a seguir: la "feminización de lo masculinizado", la "masculinización de lo feminizado" y la "introducción de nuevos contenidos", algo que supone una batalla "difícil", donde las mujeres deben aprovechar todas las ofertas, abandonar estos estereotipos y superar las barreras encontradas. 
 
Por último, la exfutbolista Sara Serrat, que este año ha decidido colgar las botas, recalcó que "si las mujeres no han hecho deporte, no van a hacerlo, y si lo han hecho, lo pueden abandonar en etapas como la vida universitaria", por lo que "hay que aprovechar todas las oportunidades que nos encontremos" para poder llegar a una "igualdad en el deporte".