El exrecreativista César
Arzo, alumno del curso de entrenador 'Diploma y Licencia UEFA B&A', ha señalado a la RFEF que "ha sido un año de aprendizaje espectacular por varias razones. Una de ellas es que este curso se diferencia por los alumnos que hay, al compartir sesiones con compañeros tuyos, otros a los que te has enfrentado o has visto jugar. A través de debates y discusiones podemos llegar a unas conclusiones que anteriormente igual no te habías dado cuenta. Muchos nos hemos enfrentado a una situación, pero cada uno tiene un punto de vista diferente y eso enriquece muchísimo el curso.
"Otra razón alude al nivel de los docentes, que es muy alto y exigente. Has de invertir muchísimo tiempo en todas las facetas y módulos del curso. Los docentes nos ayudan a organizar las ideas, que en mi caso era lo que necesitaba, denominarlas y encuadrarlas. Son aspectos que marcan la diferencia", continuó.
Preguntado por la importancia de la formación a pesar de haber sido un futbolista de elite, señaló que "ser entrenador no es como antes, que ponías el once titular y a correr; el entrenador moderno y el entrenador español que forma la RFEF controla muchísimas habilidades sociales, comunicativas, tácticas y técnicas, experiencias, aspectos psicológicos... Es poner en común muchísimos aspectos a los que anteriormente no se le daba importancia y que a día de hoy la tiene y mucha. Así como conocerte a ti mismo, porque puedes pensar, por ejemplo, que eres un buen comunicador y cuando te expones ves realmente en qué nivel estás. En este curso de la RFEF te das cuenta, entre otras cosas, de la gran cantidad de habilidades sociales que necesitas emplear para ser un buen entrenador en la actualidad".
Preguntado de qué entrenador guarda un recuerdo más especial que el resto, señaló rápidamente a su etapa como jugador del Recreativo de Huelva: "tengo tres entrenadores a los que les guardo un buen recuerdo: Marcelino, a quien le tuve en una época bastante prematura futbolísticamente y con el que aprendí muchísimo; Manuel Pellegrini y Gustavo Poyet, que para mi fue un gran descubrimiento como técnico".