El entrenador del Recreativo de Huelva, Alberto Jiménez Monteagudo, declaró que el equipo está con "muchas ganas de jugar, alguna gente con molestias, con ganas de recuperarse. Rubén Cruz tiene unas pequeñas molestias pero ya ha entrenado hoy -por el viernes-. A ver el último entrenamiento de mañana. Todo el mundo con muchísimas ganas menos el sancionado. Los demás, bien, todo el mundo con ganas de ayudar". Sobre si el encuentro ante el Mérida es una final para él, contestó: "bueno, en el fútbol es una final cada domingo. Si estuviéramos terceros querríamos ser segundos, si estamos en el puesto 12 querríamos estar mucho arriba, si peleábamos por descender estaríamos peleando por no estar abajo. Al final en el mundo del fútbol, para mí como entiendo el fútbol, son finales cada domingo. El equipo entiende que estamos en casa, que tenemos que regalarle a la afición un triunfo, que son 31 puntos, que es cambiar un poco esa negatividad que tenemos porque nos la hemos ganado y la actitud, el entrenamiento y la manera de hacer las cosas es la misma con el Fuenlabrada o el Osasuna. Hemos entrenado lo mismo, de la misma manera, la misma manera de ser competitivos, de ser agresivos, y ojalá lo saquemos, ¿no?". 
 
Preguntado si tiene la misma sensación de jugarse él mucho más a nivel personal por su continuidad, respondió que "no. Al final el fútbol, si no quisiera estar en boca de la gente hubiera cogido otra profesión. Pero yo fui futbolista veinte años, ahora soy entrenador, llevo once, y sé lo que es el fútbol. Cuando ganas eres bueno, cuando pierdes eres malo. Si los equipos van bien eres bueno y tienes más ofertas y te quieren renovar. Cuando no, no, pero yo en ese aspecto quiero mejorar a mi equipo, quiero trabajar, quiero ser feliz en una ciudad donde lo fui como jugador y en una ciudad para ser feliz como entrenador hay que ganar partidos, ya está. Tengo dos años de contrato, ya lo sabéis, vine para hacer un proyecto, los proyectos a veces si se complican las cosas la gente puede dudar pero el equipo y yo no dudo y ojalá el domingo podamos demostrarlo, que es donde realmente hay que hablar, en el campo". 
 
Preguntado acerca del proyecto a dos temporadas, respondió que "eso está muy lejos, no sé quién escribe por ahí que soy capaz de decir en 25 minutos de conversación, en una de ellas, decir: 'en el fútbol, tal, es muy complicado pero, bueno, a veces los cambios de entrenadores no hacen milagros', y poner 'el cambio de entrenador no hace milagros', que no tiene que ver nada con lo que estoy diciendo. He hablado un rato, he hablado de ser feliz ganando partidos, y que al final yo tengo dos años. Significa que me vayan a echar a dos años ni que me agarro a dos años aunque tenga a toda Huelva en contra. No es eso, estoy hablando de que yo vine aquí para dos años pero que, evidentemente, a día de hoy no estamos cumpliendo las expectativas y queremos hacer las cosas bien. ¿El año que viene? No sé lo que va a pasar. No sé lo que va a pasar el domingo, como decía Zamora en rueda de prensa. Tenemos que intentar ganar, hacer las cosas bien. Yo sé que en Huelva, como es la gente, en dos semanas cambias, no en dos semanas, en el mismo partido cambias de tener todo el mundo a favor a todo el mundo en contra. Bueno, a ver si somos capaces de ser ese equipo que le gusta a la gente: con los equipos grandes, con los equipos de copa. Para eso entrenamos. Es que entrenamos lo mismo, de la misma manera, pero a veces tenemos ese nivel de competitividad y otras veces no lo tenemos".