Marc Caballé ya está recuperado de la lesión que le ha tenido en el dique seco durante mucho tiempo. El centrocampista catalán, que no juega desde el pasado 21 de octubre, regresó a una convocatoria para el partido del pasado domingo en Don Benito, aunque vio el encuentro desde el banquillo. Caballé reconoce que “tengo muchísimas ganas de jugar. Ha sido una lesión larga y difícil, con una especie de recaída y mala información. Creíamos que era una cosa y luego fue por otro lado. Se me ha hecho bastante pesado a nivel de cabeza. Tengo muchas ganas de jugar, pero hay que ser realista. El equipo está muy bien y seguro que me costará mucho entrar. Pero yo trabajo para ello, antes de la lesión estaba jugando y nada, a esperar que llegue mi momento”. 
 
El catalán añade que “cuando el equipo va mal tú quieres estar para ayudar y para intentar sumar, y cuando el equipo está bien quieres estar para disfrutar del buen momento. El problema en sí es estar fuera”. 
 
Al igual que Carlos Martínez, Caballé ha estado varias semanas en de baja debido a una rotura en un tendón del recto. “Me ha pasado algo parecido a lo de Carlos, aunque las lesiones no tienen nada que ver porque la suya creo que era en la espalda. Me hicieron unas pruebas y se valoró como grado I, pero luego en otras pruebas que se hicieron salió que era una especie de grado II y entonces tuvimos que parar otras cuatro semanas más. Y claro, mi mentalidad era esperar entre cuatro y cinco semanas para jugar, y que de pronto sean nueve o diez pues es complicado”. 
 
Caballé tiene claro que ganarse un puesto en el once recreativista está muy caro. Recuerda que tanto Carlos Martínez como él “empezamos siendo titulares, jugando bastante y siendo importantes. El otro día (se refiere al último partido) en el banquillo estaban Caye Quintana, nuestro máximo goleador, Iago Díaz, que nos ha dado muchísimo, Carlos Martínez, que es un jugadorazo... Había un banquillo muy bueno pero miras al campo y ves a los compañeros como Víctor Barroso o Quiles, que están muy bien, Ródenas que lleva pocos minutos pero lleva dos partidos buenísimos. Creo que eso es lo que nos hace ir hacia arriba, que todos compitan tan bien”. 
 
A la pregunta de a qué puede aspirar el Decano responde que “hay que ser cautos. Empezamos muy bien, luego perdimos unos partidos y más tarde volvimos a ganar. Esto es muy largo; habrá momentos muy buenos y otros peores. Hay que seguir en la dinámica que tenemos, yendo partido a partido sin poner ninguna meta concreta. Hay que seguir trabajando duro”. 
 
Por último, muestra su confianza en que el domingo el estadio presente un magnífico aspecto. “Estamos en un buen momento. Me gustaría que en la segunda vuelta el campo estuviera muy bien, aunque en la primera ya lo ha estado. Siempre me han dicho que el Colombino siempre se pone a tope en los partidos importantes y eso esperamos. Jugar en casa con tu afición apretando siempre es más fácil, ayuda mucho”.