Los valverdeños ganaban 2-0 a la media hora, el filial recreativista igualó el encuentro desde los 11 metros y consiguió la remontada en el descuento merced a un error estrepitoso de Nacho. Con las estadísticas en la mano, lo más justo hubiera sido un empate. 
 
Los locales acortaron la distancia en la clasificación a base de sudoración. De otra forma, lo mismo hubiese sido imposible. Pero ocurrió. Bien situado y saliendo a la contra, a los 31 minutos, ya ganaba 2-0. Máxima efectividad y mejor pureza en los goles. El primero, de Sergio, es un ejemplo de centro desde la izquierda de Güi y remate de cabeza, llegando desde segunda línea. El segundo, de Diego , que debutaba en el día de ayer, es un boceto de cómo asociarse con un compañero y cruzarla al primer toque. Ilusiona. 
 
En ese momento, el filial blanquiazul, ayer de rojo sangre, se sentía desquiciado por ver que el control del esférico no era suficiente. No había profundidad. Sus intenciones se quedaban en un vano movimiento horizontal del juego. ¡Qué daño ha hecho Guardiola a los equipos sin Xavi, Messi e Iniesta! Así que el gol visitante llegó como tenía que llegar. Otro centro perfecto desde la izquierda y mejor testarazo de Terán para recortar distancias y dejar a la Olímpica con las piernas temblando para la segunda parte. 
 
Y ahí cambió todo. Nada más arrancar el segundo acto, Diego Vargas transformó un penalti poco discutido. Hay pocas maneras de empezar peor. Bueno, sí, que a la jugada siguiente haya otro intento de pena máxima y no te la piten. Da igual la claridad de la acción. Hay muy pocas maneras de comenzar peor. Diego se quejó y con razón; y su Olímpica se descompuso con el empate. 
 
Así llegaron dos clarísimas ocasiones para el Atlético Onubense. La primera se escapó a escasos centímetros del segundo palo; y la segunda, un disparo fortísimo de Nené desde la frontal, lo solventó el portero local con una gran estirada. 
 
El partido se puso boca abajo. Se agitó y los verdiblancos también tuvieron sus oportunidades. Y muy claras. Jesús Blanco mandó alto el balón con toda la portería frente a su nariz. Luego, Pachón le dio de empeine desde fuera del área y Vichy voló para detenerlo. Por suerte para su equipo, en ese momento no estaba discutiendo con la grada. Y hubo tiempo para una más, de Samu, en una contra, la cruzó en exceso. 
 
El encuentro fue muy parejo y pudo ganar cualquiera. El empate era el resultado menos malo en un partido muy convulso hasta el final de sus minutos. Antonio y Nacho, sus protagonistas. En el descuento, un balón botó en el filo del área pequeña y Antonio se adelantó de cabeza a la salida de Nacho. Fallo monumental de los que dejan más líder al Recre y más desalmada a la Olímpica Valverdeña.