Gianni Infantino y Aleksander Ceferin, presidentes de la FIFA y UEFA, respectivamente, decidieron expulsar a Ángel María Villar de sus organizaciones. El fallo del juez Santiago Pedraz al enviarle a prisión será respetado en Suiza.  
 
La decisión la toman centrados en el código ético de la FIFA dice claramente que "los miembros de la organización que sean procesados por cualquier delito, tanto dentro como fuera de sus países, no podrán ejercer ningún cargo dentro de la institución y serán cesados en sus funciones". 
 
Villar tenía un sueldo anual de 300.000 euros, 500.000 más por su cargo como vicepresidente de la FIFA. A estas cifras hay que añadir otros 250.000 euros que ingresa de la UEFA y su sueldo de 12.000 euros mensuales como presidente de la Federación Española de Fútbol.